Asegúrate de que la licuadora esté correctamente ensamblada antes de usarla. Verifica que todas las piezas, como el vaso, las cuchillas y la tapa, estén bien colocadas y ajustadas.
La base de la licuadora (que contiene el motor) no debe sumergirse en agua. Solo limpia la base con un paño seco o ligeramente húmedo. Asegúrate de que esté desconectada antes de limpiarla.
No pongas las manos ni utensilios dentro de la licuadora mientras esté en funcionamiento. Las cuchillas son extremadamente afiladas y pueden causar lesiones graves. Si necesitas empujar los ingredientes, utiliza la herramienta de empuje que proporciona el fabricante.
No uses la licuadora si alguna de las piezas (como el vaso, las cuchillas o la tapa) está rota o dañada. Reemplaza las piezas dañadas antes de continuar con el uso.
Si tu licuadora tiene múltiples configuraciones de velocidad, comienza con una velocidad baja para evitar salpicaduras y daños en los ingredientes o el aparato. Gradúa la velocidad según sea necesario.